Las drogas legales son tan comúnmente usadas en la mayoría de los hogares. Las toman todos los integrantes de la familia: niños, adolescentes, adultos y ancianos. Pastillas, cápsulas y jarabes para dolores de cabeza, malestares digestivos, resfríos, la presión, antidepresivos, antiinflamatorios, antiácidos, anticonceptivos, antibióticos, pastillas para dormir, para el dolor, multivitamínicos…
Muchos evitan tomar antibióticos por saber que hacen mucho daño, especialmente a nuestros probióticos y nuestra digestión. Pero, no son sólo los antibióticos, sino cualquiera de estos medicamentos, combinados con dietas pobres de arroz blanco, azúcar refinada, lácteos, frituras y gluten, nos inducen un déficit nutricional.
Pero, aún si llevas una dieta saludable, si consumes estas drogas, vas a terminar con un déficit nutricional.
La gente piensa que porque estas drogas son legales, son más seguras que las drogas ilegales. Pero, la verdad es que pueden ser mucho más peligrosas que sus pares ilegales.
Pero, eso no se acaba ahí. El abuso de estas drogas genera adicción y sus efectos se multiplican afectando incluso nuestro sistema inmunológico y metabólico. Muchos de estos medicamentos también interfieren con tu absorción y uso de nutrientes.
Aquí una selección de drogas legales y sus efectos en nuestra salud y nutrición:
- Anticonceptivos: reducen tus niveles de vitaminas y minerales. En especial de la vitamina C, complejo B, magnesio y zinc
- Vitaminas sintéticas/Multi-vitaminas: Reducen tu absorción de nutrientes
- Anti-depresivos: Vuelven crónica la depresión con lo que comes un exceso de comida chatarra.
- Antibióticos: Debilitan todo el sistema inmunológico natural. Matan a tus probióticos y te roban minerales como el zinc, magnesio y calcio.
- Analgésicos como opiatos ((metadona, oxycodona, codeina, morfina) son altamente adictivos y causan constipación y mareos. Pero, incluso analgésicos más “seguros” como Tylenol o Aspirina adormecen tu sistema nervioso, lo cual desequilibra tu nutrición.
- Pastillas para dormir, como Ambien y Lunesta: altamente adictivos y se desarrollan en insomnio crónico con hambre sonámbulo y amnesia (comes durante la noche y luego no lo recuerdas). Barbituricos como fenobarbital, seconal and Benzodiazepinas como el Xanax y el Valium son también sedantes para la ansiedad y el sueño. Son incluso más adictivos y generan desórdenes alimenticios y desequilibrios nutiriconales.
- Anfetaminas para el ADHD afectan tu corazón y sistema cardiovascular. Esto hace que tu sangre no pueda transportar eficientemente nutrientes a distintas partes de tu cuerpo.
- Pastillas para la Presión Sanguínea (como el Atenolol): Te roba la melatonina y la coenzima Q10.
- Ciprofloxacina (para infecciones): Te roba minerales y mata tus probioticos.
- Medicina para la toz (con codeína): Un opiato adictivo que combinado con el alcohol, incluso puede matarte.
- Anti-ácidos con aluminio (Mylanta, Zantac, maalox, gavicson): Interfieren con la absorción de B12 y folatos, entre otros nutrientes.
Grandes problemas de salud se desarrollan por tomar medicamentos “inofensivos”. Lo peor es que el público en general cree que el sistema de salud se preocupa por ellos, cuando el consumo de estas drogas convierte cualquier reto menor de salud en un gran problema.
Si tomas una pastilla cuando te duele la cabeza, la próxima vez que te duela la cabeza, te va a doler más y no vas a soportar el dolor hasta que hayas tomado la pastilla. Cada vez, tu dolor de cabeza va a ser peor y eventualmente tendrás que duplicar la dosis por el resto de tu vida.
Tomar pastillas debilita el sistema inmunológico y te vuelve dependiente. Llega un momento en el que tienes que tomar drogas más fuertes y otras drogas para encarar los efectos secundarios de la droga principal…
Entonces, qué puedes hacer?
- Si tu adicción o dependencia es demasiado fuerte, empieza disminuyendo la dosis. Disminúyela semanalmente hasta que seas lo suficientemente fuerte para vivir sin ella.
- Empieza a practicar meditación y yoga y dedica más tiempo a estar afuera, en especial en la naturaleza.
- Averigua qué alimentos naturales, hierbas, plantas y tés o tal vez algunas gotas homeopáticas te pueden ayudar a desengancharte.
- Come los nutrientes que te roba la droga que tomas. Por ejemplo, si tomas anticonceptivos, come alimentos ricos en vitaminas B y C, magnesio y zinc.