Según la clínica EUGIN, especializada en tales tipos de embarazos, tan solo entre un 15% a un 20% de las madres con VIH corren el riesgo de contagiar a sus hijos. Actualmente y gracias a los desarrollos de la ciencia y sus aplicaciones en la vida humana, se propone como alternativa, para eliminar ese porcentaje de riesgo, es un embarazo en la madre infectada, por medio de la inseminación artificial. En donde tras procesos minuciosos los médicos separan los espermatozoides móviles del resto de sustancias químicas del organismo del padre, con la finalidad de no contagiar al futuro hijo de VIH a través del líquido seminal.
Ahora, si ya estás en la espera, de modo natural, y tú y tu pareja tienen VIH, tu hijo claro que puede ser sano, pero deberás cuidarte al 110%. Lo ideal es controlar el virus antes de estar en cinta. De no hacerlo, corres más riesgos de parto prematuro, dificultades para que él bebe crezca y obtenga el peso deseado, e incluso puedes gestar un bebe que al nacer queda sin vida, y esto se debe a que tu sistema inmunológico puede verse comprometido.
Es un tema difícil, pero no es imposible, recuerda la clave esta es la medicación temprana y tratamiento efectivo. No puede faltarte ninguna de tus dosis de medicina diaria. En Estados unidos por ejemplo, en un estimado de 8.500 chicas VIH positivo, tan solo un índice de 200 niños fueron los que resultaron infectados. La posibilidad de tener hijos sanos es tangible.
Vigilar la carga viral cada 15 días, tomar vitaminas, comer bien, y ser consecuente con tus visitas al ginecólogo son las pautas a seguir en pro de un embarazo a término y exitoso. No te sientas culpable por la enfermedad, trabaja en positivo para salir de esa situación.
