El principal síntoma del asma es la falta de aire que puede surgir de forma súbita en personas de cualquier edad, pero el asma es frecuentemente diagnosticado en la infancia, aunque persiste hasta la vida adulta. Vivir con una enfermedad crónica como el asma requiere de mucha aceptación y dedicación para vivir con la enfermedad, siendo muchas veces un proceso largo y exigente. Estos son algunos consejos que pueden ser útiles.
El síntoma de falta de aire en adultos y personas mayores por lo general no es causado por el asma, sino por otras situaciones, como la insuficiencia cardiaca, por ejemplo.
Los signos y síntomas de asma son:
- Falta de aire y sensación de que el aire no llega a los pulmones.
- Tos, especialmente por la noche.
- Ruido característico al respirar.
Los síntomas de asma, por lo general, surgen cuando el individuo es expuesto al frío, humo, olores fuertes, perfumes, ácaros u hongos, siendo más frecuentes por la mañana o por la noche, cuando el individuo se acuesta a dormir.
Además, también puede aparecer o empeorar al realizar ejercicio físico intenso, como correr.
Síntomas en el bebé
Los síntomas del asma en el bebé son los mismos que los del adulto, pero el bebé puede demostrarlo de forma diferente. El bebé puede presentar:
- Dificultad para respirar (por lo que seguramente llorará sin “ninguna razón aparente”).
- Puede tener tos con un poco de catarro, especialmente por la noche.
Cuando el bebé presenta estos síntomas, los padres pueden apoyar el oído en el pecho o en la espalda del bebé para comprobar si se escucha algún ruido, que puede ser similar a la respiración de los gatos y luego informar al pediatra para que le haga el diagnóstico e indicar el tratamiento adecuado.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico es realizado por el médico a través de la observación de los síntomas y puede ser confirmado a través de la auscultación pulmonar y la realización de exámenes, como la espirometría y pruebas de broncoprovocación, donde el médico intenta desencadenar una crisis de asma y ofrece el remedio del asma, para comprobar si después de su uso, los síntomas desaparecen.
Qué hacer en una crisis de asma
- Ofrecer el remedio del asma para la persona, si es posible.
- Colocar a la persona sentada, inclinada hacia delante durante algunos minutos.
- Llamar a una ambulancia o llevarlo al hospital si los síntomas no pasan.
Durante un ataque de asma se debe actuar con rapidez, ya que, al no ingresar oxígeno al organismo, el resultado puede ser fatal.
Tratamiento
El tratamiento del asma es hecho por toda la vida, y consiste en el uso de remedios inhalatorios y en evitar el contacto con los agentes que pueden desencadenar una crisis asmática, como el contacto con los animales, alfombras, cortinas, polvo, lugares muy húmedos y con moho, por ejemplo.
El remedio del asma debe ser utilizado, en la dosis recomendada por el médico y siempre que hubiere necesidad. Como el asma no tiene cura, el asmático debe utilizar la «bomba de asma» o “inhalador” todos los días, por toda la vida.
La práctica regular de ejercicios físicos también es indicada para el tratamiento y control del asma porque mejora la capacidad cardiaca y respiratoria del individuo. La natación es un buen ejercicio para el asma porque fortalece los músculos respiratorios, sin embargo, toda la práctica deportiva es indicada.